Indice:
- La economía andaluza en las tres últimas décadas.
- Desigualdad de oportunidades.
- Pequeño comercio - grandes superficie.
Para comprender cual es el contexto en el que se mueve el grupo de trabajo de Ingenio Triana, y el motivo de la línea de investigaciones, publicamos la síntesis de un maravilloso artículo escrito por Manuel Delgado Cabezas que hace un repaso de la economía en Andalucía en las últimas décadas. Espero que os guste.
LA ECONOMÍA ANDALUZA EN LAS TRES ÚLTIMAS DÉCADAS (1981-2011).
A finales de los años 70 y
principios de los 80, Andalucía inició un camino en el que se esperaba que se
pudiera avanzar hacia la solución de los graves y seculares problemas que tenía
planteados, muchos de los cuales tenía una clara dimensión económica. Para
aproximarnos a la situación actual de la economía andaluza, se hará referencia
a los principales objetivos que, en lo económico, se han definido en las dos
versiones del Estatuto de Autonomía de Andalucía.
- El trabajo como aspiración:
En 2012 el número de parados se
ha multiplicado por 3,6 de modo que más de la tercera parte de los andaluces
que concurren al mercado de trabajo se encuentran en situación de paro. De los
279 territorios considerados como regiones por la Unión Europea, Andalucía
ocupa el primer lugar en el ranking de paro; con especial incidencia en la
población femenina (cuatro puntos por encima de la masculina) y los jóvenes
(más de la mitad de los activos menores de 25 años en 2012 está en paro).
Tan importante como señalar el
fenómeno del paro, resulta resaltar la continuidad de su carácter estructural. En
este sentido desde 1976 el número de parados ha ido en ascenso, con dos
paréntesis:
-
Desde 1987 hasta 1990, años en los que la
actividad constructora experimenta un auge importante.
-
A partir de 1994 hasta 2007, coincidiendo de
nuevo con un auge del negocio inmobiliario.
Lo más llamativo de la evolución
del paro en esta última etapa quizás sea su vertiginoso ascenso desde el año
2007, de modo que en dos años, 2008 y 2009, aumentó el número de parados en 541
miles, cifra que está muy por encima de la reducción que tuvo lugar en el
período de auge del negocio inmobiliario(378 miles).
Salvo estas dos interrupciones,
puede decirse que la economía andaluza ha visto incrementarse el número de
parados de manera continua. Más de la mitad de los parados andaluces no reciben
prestación (cobertura asistencial al desempleo, 2011 de un 48,4% en Andalucía), contrariamente a la
idea de una Andalucía “asistida” puede decirse que el nivel de protección
social está para los andaluces por debajo del que tienen en otras comunidades. Esta menor protección
traduce una mayor precariedad en el empleo, y en general, las peores
condiciones en las que se desenvuelve el trabajo en Andalucía, que impiden el
cumplimiento de las condiciones necesarias para recibir prestaciones
contributivas. Esta desventajosa situación del mercado de trabajo andaluz, se
refleja en indicadores de la tasa de pobreza, que en Andalucía, se sitúa en
2011 entre el 30-35%. Aproximadamente la tercera parte de la población andaluza
se encuentra por debajo del nivel de la pobreza. La pobreza se revela aquí como
una realidad persistente.
- “La cuestión agraria”, pendiente:
La idea, el proyecto y la propia
Ley fueron ampliamente utilizados para alimentar la imagen de que por fin se
emprendía el camino para resolver y superar un problema que en realidad se
desactivaba desde la propia “virtualidad” de la reforma planteada. En el
Estatuto de 2007 se vuelve a recoger la necesidad una política de reforma
agraria.
Mientras tanto, en las tres
últimas décadas, la intensificación de los cultivos y su creciente orientación
exterior ha llevado a la agricultura andaluza a una progresiva desconexión con
su entorno social y natural que salta hoy la necesidad de gestionar el sector
desde lógicas y manejos compatibles con su sostenibilidad y con criterios que
propicien la función social del uso de unos recursos cada vez más alejados de
las necesidades básicas de los habitantes de Andalucía.
- Los campos andaluces ¿Al servicio de quién?
La agricultura andaluza ha
experimentado en esta etapa un proceso vinculado al papel de
Andalucía dentro de la división territorial del trabajo, profundizado en la
globalización; un papel reflejado en la evolución en las últimas décadas del peso en la
producción andaluza de ciertos cultivos que han ido acaparando de manera
creciente la producción y la dedicación agraria de Andalucía.
- Almería, fábrica de hortalizas:
Este proceso de fabricación de
hortalizas entraña la movilización y el uso de una gran cantidad de recursos
naturales, procedentes en su mayor parte de la zona donde se localiza el
modelo. La estimación de los flujos físicos asociados a este sistema productivo
local pone de manifiesto:
-
Un consumo de agua que, alcanza los 123Mm (3),
de los cuales 113 Mm (3) se extraen de aguas subterráneas, usándose y deteriorándose
por contaminación o degradación una cantidad mayor que la que se repone por
término medio anualmente en los acuíferos.
-
El sistema almeriense apoya su funcionamiento en
el uso y la degradación de los stocks de
materiales disponibles en el entorno, aunque este fenómeno en términos
monetarios, recogen los costos de esta agricultura. La concepción y fabricación de semillas- en manos del
capital global- tiene un carácter central para esta agricultura intensiva,
siendo una de las principales vías por las que se incorpora el modelo de
investigación y el desarrollo tecnológico, al tiempo que se externalizan los
saberes y formas de manejo de la propia actividad agrícola.
El sistema
funciona a costa de una fuerte utilización y degradación del patrimonio natural
local, tomándose del mismo gran cantidad de recursos de forma gratuita. Lo que
se paga, es el coste de extracción al que en algunos casos se suma el del transporte.No hay penalización monetaria alguna para el vertido de los residuos, cuya incidencia, no es recogida por la contabilidad convencional. Los residuos vegetales conforman un tonelaje de algo más de la tercera parte de la biomasa que sale para la venta en los mercados, e incluyen restos de cultivos y malas hierbas; su destino se distribuye entre los vertederos, la venta de flujos y el reciclaje o tratamiento y alimentación del ganado, con la consiguiente incorporación de su contenido tóxico a la cadena trófica, siendo frecuentemente también incinerados o abandonados en los alrededores de los invernaderos, foco de difusión de plagas y contaminación para las aguas de riego. A los residuos de los fertilizantes, hay que añadir los de los agro-tóxicos utilizados para combatir enfermedades y plagas con impactos en el suelo y agua. A estos residuos habría que sumar toneladas de plásticos a los que se unen envases, alambres, cartones, maderas, metales y sustratos. El modo de utilización de los recursos naturales y su valoración refleja una clara penalización de lo local desde los intereses del capital global, que queda ratificada cuando completamos el análisis con la vertiente monetaria del modelo. Un modelo para cuyo funcionamiento ha resultado clave la intensificación de la producción y la evolución de los rendimientos.
En efecto, a pesar de que la
producción no deja de crecer, solo en los años que van desde 1993 a 1998 se
consigue un crecimiento de ingresos por unidad de superficie, el crecimiento en
esta etapa es de tal intensidad que consigue contrarrestar la caída de los
precios percibidos por los agricultores. Este descenso de los precios presiona
al agricultor hacia la intensificación de la producción y los rendimientos como
vía de escape al deterioro de los ingresos, empujándolo hacia una explotación
intensiva creciente de los recursos naturales y la fuerza de trabajo, de la
mano de los cambios tecnológicos que vienen teniendo lugar en la zona,
referidos a la renovación de estructuras y equipamientos de los invernaderos,
la implantación de nuevas técnicas de cultivo, nuevas formas de control
climático…. Elementos modernizadores que van en la dirección de tratar de
proporcionar más mecanismos para incrementar los rendimientos y controlar las
condiciones en las que se desarrollan los procesos productivos. El agricultor,
se ve obligado a utilizar estos medios para poder seguir siendo competitivo.
En este contexto, el crecimiento
de los gastos por hectárea en relación con los ingresos vienen siendo una de
las características del modelo, tanto la inversión necesaria para la
instalación y el mantenimiento como los
costes de cultivo hacen que el nivel de endeudamiento de la agricultura
almeriense sea muy alto (Gastos crecientes, frente a ingresos insuficientes son
los dos componentes sobre los que se encuentra prendida la agricultura forzada
de Almería). La evolución de los ingresos, tiene bastante que ver con el sistema
de comercialización y con la distribución de los productos hortofrutícolas en
los mercados europeos.
En efecto, estas grandes
corporaciones de la distribución son hoy centros desde los que se gobierna la
cadena agroalimentaria; con un creciente poder de negociación a partir del
manejo de grandes volúmenes de mercancía, márgenes muy acotados, la posibilidad
de contar con suministros globales a elegir, que debilita la posición de los
operadores locales.
Estos criterios de valoración,
proporcionan una ilustración clara de la regla del notorio: las primeras fases
de elaboración reciben la peor
valoración monetaria, mientras que los últimos eslabones son los mejor
posicionados para apropiarse del valor añadido generado a lo largo de todo el
proceso. La no inclusión de costes sociales y físicos en los precios, son los
mecanismos que están detrás de un intercambio desigual en beneficio del capital
global.
- El olivar, protagonistas en los campos andaluces:
El monocultivo del olivar ha
adquirido un protagonismo sin precedentes en el paisaje agrario de Andalucía.
Entre los factores para explicar la expansión y la intensificación del cultivo
del olivar cabe señalar, junto a la presencia de componentes institucionales,
el intenso proceso de “modernización” de las almanzaras, la fuerte
mecanización de las labores asociadas al
cultivo y el uso creciente de fertilizantes y agroquímicos de síntesis,
elementos que, acompañan y estimulan la
inserción del olivar en los procesos de globalización acontecidos en estas tres
últimas décadas. Todo ello ha generado una espiral de creciente dependencia de
inputs externos, con el consiguiente incremento de costes, que junto a una
evolución decreciente de los precios pagados por el aceite de oliva, han ido
retroalimentando una mayor intensificación del cultivo, de modo que este
proceso de industrialización del cultivo del olivar, acentuado especialmente
desde la década de los 80 ha modificado sustancialmente las condiciones en las
que éste se relaciona con su entorno social y ecológico.
Estos cambios han llevado al olivar, a ser un
cultivo proveedor de una única mercancía cuya fabricación implica ahora fuertes
costes ecológicos que lo convierten en una carga insostenible. Así lo pone de
relieve el análisis de los flujos de energía y materiales asociados a su
cultivo, que nos muestra como la simplificación de usos y aprovechamiento
convierte a productos que antes fueron reutilizados en residuos de gestión
problemática.
La sobreutilización y pérdida de
nutrientes, a la que se añade el uso de agrotóxicos en labores como la llamada
“siega química”, alteran la fertilidad del suelo y disminuyen la biodiversidad,
generando importantes problemas de contaminación hídrica y erosión. El uso de
plaguicidas y herbicidas hacen del cultivo del olivar, “un escenario de alto
riesgo, que en los últimos años ha dado lugar a numerosos episodios de
contaminación de embalses y acuíferos, causando problemas para el medio
ambiente y la salud pública”.
En Andalucía, la pérdida del
suelo asociada al manejo del olivar, los situaba lejos de poder ser considerado
un cultivo “sostenible”. El consumo de energía necesaria crece muy por encima
de lo que lo hacen los rendimientos. Esto considerando solo los inputs
incorporados en finca. Si añadimos los procesos de transformación industrial
del producto, “la ineficiencia del sector sería mucho más visible”.
Desde el punto de vista de su
dimensión monetaria, la evolución del cultivo del olivar en los años
considerados está relacionada de manera fundamental por las ayudas que este
cultivo ha venido recibiendo de la PAC. Desde el sistema se propone una huida
hacia adelante que comienza a concretarse en “la implantación de una estrategia
competitiva reorientando las explotaciones hacia nuevos sistemas de cultivo con
plantaciones de mayor densidad, fácilmente mecanizables, que conllevan un
incremento de la rentabilidad del olivicultor
vía reducción de costes de producción, básicamente el de recolección”.
Este nuevo tipo de plantaciones exige gran escala productiva, económica y
financiera, así como una gran intensidad en el uso de los recursos.
De modo que hoy el olivar conforma un sistema productivo
local que funciona al servicio de los intereses del capital global. Un capital que cuenta en el territorio andaluz
dedicado a este cultivo con una gran plataforma agro-exportadora de la que extraer beneficios, trasladando los
costes hacia el primer eslabón de la cadena y poniendo en jaque la
sostenibilidad social y medioambiental de las zonas productoras.
- La actividad industrial en la economía andaluza:
Hoy la industria localizada en
Andalucía supone aproximadamente un 8% de la española. En este sentido tenemos
que decir que, como mínimo, estamos donde estábamos hace 40 años, con una clara
continuidad en el camino seguido en etapas anteriores y que tienen su más claro reflejo en lo sucedido
en la industria agroalimentaria que continúa siendo la principal actividad
industrial de Andalucía.
La especialización
agroalimentaria andaluza ha ido estrechándose hasta quedar reducida a una sola
actividad; una extensión de las actividades agrarias para las que el precio por
unidad de volumen de las materias primas, hace ineficiente su localización
alejada de las zonas en las que tiene lugar la producción agraria.
La globalización y la dinámica
entre lo global y lo local han traído cambios en lo que se refiere a la
estructura empresarial de la industria agroalimentaria en Andalucía. De modo
que, los principales establecimientos agroalimentarios son el resultado de una
intensa reestructuración como consecuencia de la inserción de la economía
andaluza en un contexto en el que los circuitos esenciales de acumulación de
capital aparecen dominados por grandes organizaciones empresariales cuyas
estrategias contemplan ahora tanto la gestión de los recursos como el acceso a
los mercados a escala global. Se trata, de un cambio cualitativo en los modos
de organización por el protagonismo que adquiere el capital financiero.
En este contexto nos encontramos
en el sector agroalimentario andaluz con un proceso de fuerte polarización
empresarial e intensa concentración, fruto de los procesos de fusión y
adquisición llevados a cabo por las grandes firmas del sector. Su actividad
gira en torno a la existencia y explotación de recursos locales. En este grupo,
encontramos tres características de interés:
1. Una
creciente vinculación de las empresas a las que pertenecen estos
establecimientos, que actúan a gran escala
y que se traduce en la mayoría de las ocasiones en proceso de
adquisición de la parte más saneada del patrimonio empresarial local desde lo
global. A estas empresas hay que añadir las que se localizan ya como
establecimientos pertenecientes a
grandes grupos empresariales. Se trata de establecimientos o empresas que
localizados en Andalucía pasan a comportarse como piezas que forman parte de
las estrategias globales del capital transnacional.
2. Pérdida
de protagonismo del capital local en la actividad empresarial más importante
del tejido económico andaluz.
3 En
paralelo, encontramos apellidos procedentes de la vieja oligarquía local,
convertidos en concesionarios de prósperos negocios asociados a grandes marcas
globales.
Unas pocas empresas, las mayores,
muestran una gran capacidad para apropiarse de valor, mientras el resto se
encuentra en una situación mucho más desfavorable. Esta capacidad para
apropiarse de valor aparece estrechamente vinculada con posibilidad de crear y
adquirir dinero, y, a partir de aquí, activos patrimoniales que pondrán al
servicio sus estrategias de expansión.
- El negocio inmobiliario, convidado de piedra:
Paradójicamente, un negocio que
no estaba presente a la hora de pensar en la solución a los problemas
económicos que se planteaban en Andalucía, aparece en la escena como “estrella”
de la economía andaluza. De la mano del negocio inmobiliario, la construcción, se
supone que se va a utilizar como medio para dotar a la economía de una
infraestructura necesaria, se ve convertida en
“objetivo” y motor de la economía andaluza. En las últimas décadas, el
negocio inmobiliario ha tenido en Andalucía un peso muy por encima del que tuvo
en la economía española; el sector de la construcción llegó a suponer, en 2007,
el 14, 4% del PIB. A esta cifra habría que agregar la incidencia sobre el
consumo de llamado efecto riqueza, derivado de la revalorización de activos inmobiliarios
que relacionaría el negocio inmobiliario con una parte del PIB que estaría
próximo al 40%. Estamos sin duda ante la principal actividad económica de
Andalucía, durante el período considerado.
En relación con la promoción
inmobiliaria en Andalucía se construyen, en el período de 1991-2007, un número
de viviendas que está próximo al millón y medio de viviendas nuevas, bastantes
más que en ninguna otra Comunidad Autónoma. Se han construido viviendas a un
ritmo que viene a ser el triple del ritmo al que crece la población Andaluza. A
pesar de lo cual, se encuentra cada vez más lejos de la posibilidad de acceder
a una vivienda. Dicho de otra manera, el objeto de esta economía coincide con
el de los amos del negocio inmobiliario: acumular para poder seguir acumulando.
Este negocio inmobiliario, es
también un ejemplo de que el proceso económico se reduce en gran medida a un
proceso de creación y apropiación de valor monetario. De manera que el
enriquecimiento de unos termina siendo a costa del empobrecimiento de otros y
lo que se anuncia como un proceso de creación de riqueza en beneficio de todos
termina convirtiéndose en mayores cotas de deterioro ecológico y social para la
gran mayoría de los ciudadanos.
En este contexto, el territorio
andaluz se ha “ordenado”, a golpe de recalificaciones y convenios urbanísticos;
una ordenación en la que el libre mercado ha brillado por su ausencia y los
ingredientes han venido siendo el amiguismo, el tráfico de influencias, las
presiones políticas… Se ejemplifica de esta forma la oligarquización del poder,
instalándose el “todo vale”, la ausencia de responsabilidades, nadie dimite, la
palabra no tiene valor, nada tiene que ser cumplido. Por ese camino se ha
producido un secuestro de la política desde las formas predominantes de hacer
dinero, la complicidad y la connivencia de los políticos.
- Desequilibrios territoriales internos:
En el Estatuto de 1981 se plantea el logro de “superación de los desequilibrios económicos,
sociales y culturales entre las distintas áreas
de Andalucía, fomentando su recíproca solidaridad” en el Estatuto de
2007 también se incluye entre otros objetivos “ la consecución de la cohesión
territorial, la solidaridad y la convergencia entre los diversos territorios de
Andalucía, como forma de superación de los desequilibrios económicos, sociales
y culturales y de equiparación de la riqueza y el bienestar entre todos los
ciudadanos, especialmente los que habitan en el medio rural”.
Mientras tanto, los resultados de
Censos y Padrones de población, muestran una profundización de las
desigualdades territoriales en el interior de Andalucía, más de la mitad del
territorio andaluz continúa perdiendo población en los últimos 30 años.
Por una parte, un amplio conjunto
de demarcaciones municipales, 418, continúan despoblándose. Este grupo conforma
un espacio que comprende más de la mitad del territorio andaluz; se trata de
espacios en los que la crisis de la agricultura tradicional no ha sido
compensada por otras alternativas económicas capaces de detener el deterioro
demográfico. Un segundo grupo de demarcaciones y núcleos de población,
estructurados básicamente alrededor del Valle del Guadalquivir, mantiene su
participación en la población total andaluza, con un crecimiento demográfico
muy moderado, y el tercer grupo que conforma el otro polo, el área más
dinámica de un mapa de Andalucía que
proyecta un modelo económico configurado territorialmente en la globalización
como una economía de archipiélago, a pesar de que en ellos se sitúa una parte
muy importante del patrimonio natural de Andalucía, cumple funciones
fundamentales para el mantenimiento y la reproducción del modelo de crecimiento
que se concreta en los espacios más valorizados por el capital.
- La situación periférica de Andalucía:
El Estatuto de Autonomía de
Andalucía, enfatiza la necesidad de superar la asimetría, la desigualdad en las
relaciones entre Andalucía y el resto de los pueblos del Estado, reivindicando
“la constante promoción de una política de superación de los desequilibrios
existentes entre los distintos territorios del Estado” y planteando como
objetivo “la convergencia con el resto del Estado y de la Unión Europea”. En
este sentido, la adversa situación de la economía andaluza, manifiesta su dependencia y marginación en relación con
otras comunidades se venía asociando a dos cuestiones:
1. Su
escasa capacidad para generar rentas, como ponía de relieve la débil
participación en el valor añadido por la economía española.
2. Las
razones de esta escasa capacidad de la economía andaluza para generar valores
monetarios había que relacionarlas con su dedicación a tareas peor remuneradas dentro del sistema.
De tal modo que, en la división territorial del trabajo consolidado dentro del
Estado Español, Andalucía se venía encargando de las materias primas y
alimentarias, dentro de una especialización que giraba en torno a la
explotación de sus recursos naturales. Andalucía jugaba un papel de rango
inferior, con relaciones asimétricas con respecto a los centros
industrializados.
Considerando a los centros
industrializados como modelo de referencia, Andalucía estaba “en la otra cara
del desarrollo”. Andalucía continúa siendo una economía extractiva
suministradora de productos primarios
como venía siendo tradicionalmente.
La economía andaluza, continúa
presentando una mayor vulnerabilidad, asociada a su estrecha especialización,
que se une a su escasa capacidad para apropiarse de los valores monetarios. Por
otra parte, el crecimiento en una estructura económica como la andaluza, no
surte los efectos de difusión, de arrastre y de refuerzo de la cohesión del
tejido económico sino que, en la medida en que refuerza las actividades
próximas a su estrecha especialización contribuye a reproducir y ampliar los
desequilibrios de partida.
En los centros “desarrollados” se
localizan las funciones estratégicas de gestión y control del sistema
económico. Mientras tanto, Andalucía continua siendo abastecedora de productos
primarios que cubren las primeras fases de elaboración de cadenas más complejas
cuyos eslabones finales se localizan en el exterior. Dentro de este esquema, el crecimiento
económico, en la medida en que refuerza
la especialización primaria, reproduce y amplía las desigualdades, alejando a
Andalucía de los territorios centrales. En este contexto en el que el poder
político se traslada al ámbito de lo económico, este papel se traduce en una
marginación creciente en los procesos de toma de decisiones, encontrándonos
cada vez más lejos de una realidad en la que los recursos andaluces sirvan para
construir una base social y económica que, contribuya a mantener y enriquecer
la vida en Andalucía.
- ¿Hacia dónde mirar?
En medio de un panorama como el
que acabamos de describir, las soluciones que se vislumbran desde el sistema
pretenden aumentar su continuidad; pero si algo nos ha enseñado nuestra
experiencia ha sido que si queremos tener por delante una perspectiva de
futuro, no nos vale con reproducir el presente.
Nuestra mirada se orienta desde
una Andalucía que tienen una situación periférica subalterna al sistema, y que
a su vez forma parte de un mundo inmerso en una crisis que va mucho más allá de
lo económico. Una crisis que atraviesa el conjunto de las estructuras
políticas, sociales, económicas y culturales, pero también las construcciones
éticas o epistemológicas que implican la propia comprensión de la vida.
Por otra parte, pensar en una
realidad diferente nos lleva a utilizar una mirada diferente a la que propone
la ideología dominante, que en el ámbito de la economía ha creado el centro de
atención exclusivamente monetario.
Sobre el incremento de lo
monetario cabe también presentar como algo verosímil la idea de crecimiento sin
límites. Necesitamos una manera de entender la economía que haga visibles las
dimensiones y las relaciones que tienen lugar en ese entorno físico y social y
que funcione como una lógica que vaya más allá del crecimiento y la acumulación
de la “riqueza” y de poder como objetivos prioritarios. Una economía que centre la atención en el
mantenimiento y el enriquecimiento de la vida social y natural, desde una idea
de sostenibilidad que no solo haga referencia a
que la vida pueda continuar, sino a que eso signifique condiciones de
vida aceptables para toda la población. Por eso, no es posible hablar de sostenibilidad si
esta no va acompañada de equidad.
Como experiencias y prácticas
alternativas que sostengan nuestra base material podemos servirnos de muchas de
las que ya están en marcha o están tratando de ponerse en funcionamiento en
Andalucía y fuera de Andalucía en
Andalucía o fuera de Andalucía, basadas en valores y principios diferentes a
los que rigen en la actualidad: la cooperación, la cohesión social, la defensa
de los bienes comunes. Se trata de “producir para vivir”.
Veíamos que Andalucía, desde el
punto de vista de la división territorial del trabajo aparece como una gran
plataforma exportadora de productos agrarios, con escaso aprovechamiento y
altos costes sociales y ecológicos para el entorno rural en el que se localiza
esta especialización. Una manera alternativa, sostenible y viable de concebir
lo alimentario, invirtiendo la lógica con la que ahora funciona, un modo de
construir maneras de alimentarnos que vayan a nuestro favor, tiene cada vez más
trazas de realidad, concretándose en la propuesta de soberanía alimentaria, una
propuesta basada en el derecho de los pueblos a definir su política agraria y
alimentaria y que en Andalucía ha sido
acogida por grupos, asociaciones, y movimientos sociales que tratan de llevarla
a la práctica. Se trata de recuperar el control sobre el ámbito
agroalimentario. Pero supone también otra manera de gestionar el territorio,
priorizando la articulación entre la producción agrícola local y el acceso a
los mercados locales, apostando por circuitos cortos de comercialización y
suponiendo una reactivación para los tejidos económicos locales desde maneras
distintas de entender lo económico.
Hay alternativas; lo que no hay
es voluntad política ni poder que las haga prosperar. Por eso, es urgente y
prioritario rescatar la política en su sentido más noble para poder construir
una economía que pudiera estar al servicio de la vida y no al contrario como
ahora sucede.
En el siguiente tema que comentamos sobre desigualdad social en España con una introducción de la historia de las grandes empresas multinacionales que hoy día conocemos y como llegaron a obtener los beneficios tan altos que pueden llegan a facturar, el transcurso de las principales empresas que cotizan en bolsa para llegar a entender su modo de actuación y las consecuencias que sus prácticas provocan en la sociedad y el entorno, algunas noticias impactantes recopiladas en la red y una conclusión propia que muestra nuestra opinión al respecto, que os ayudara a entender nuestra forma de actuar relacionada con temas cotidianos que abarcan desde la energía eléctrica, la medicina, los alimentos o los combustibles.
Desigualdad de oportunidades
Introducción
Si hace 15 años alguien hubiera pronosticado que hoy
en día las empresas españolas poseerían la mayor empresa de telefonía móvil del
Reino Unido (O2), que operarían
tres de las líneas del metro de Londres y los principales aeropuertos del país
(incluido Heathrow), que habrían adquirido uno de sus principales bancos
hipotecarios (Abbey) y una empresa energética (ScottishPower), que dos de sus
mayores bancos dominarían el escenario bancario de América Latina o que Inditex
se convertiría en el segundo mayor minorista de moda del mundo por número de
tiendas, nadie le habría tomado en serio, pensando que bromeaba. Pero esto es
lo que ha sucedido, y no sólo esto. Aunque las entradas de inmigrantes son el
factor hacia el interior más significativo en la España de hoy, el principal
factor hacia el exterior son las enormes
inversiones en el extranjero de las empresas españolas y la creación de un
considerable número de multinacionales.
El ingreso
en la Comunidad Europea (CE) en 1986 y el Acta Única Europea en 1993
supusieron un gran cambio, catalizador de un mayor impulso de las inversiones
en el exterior. La España corporativa
pasó de centrarse en defender el mercado interior, relativamente maduro, a
expandirse con empuje y dinamismo en el exterior. La liberalización del mercado
interior a medida que se iban aplicando directivas sobre el mercado único
europeo hizo que las grandes empresas
españolas, especialmente las controladas por el Estado en sectores
oligopolísticos como las telecomunicaciones (Telefónica), el petróleo y el gas
natural (Repsol y Gas Natural) y la electricidad (Endesa), que se privatizaron posteriormente y
adquirieron gran riqueza en efectivo, así como los grandes bancos, tomaran
conciencia de la necesidad de reposicionarse en este entorno más competitivo.
Ese endurecimiento del entorno se vio reforzado por un boom de la IED en los
primeros años posteriores al ingreso en la UE, cuando difícilmente transcurría
una semana sin que se produjera una adquisición y parecía que España estaba en
venta.
La respuesta estratégica a la amenaza de una
adquisición era hacerse más grande y pasar a la ofensiva. La liberalización del
país brindó a las empresas españolas esa oportunidad, y éstas no la
desaprovecharon. Las inversiones directas en el extranjero aumentaron
A partir de principios de la década de los
noventa se produjo una expansión en el extranjero, tras una oleada de fusiones, reestructuraciones y privatizaciones
que mejoraron la masa crítica de Repsol, Endesa y los grandes bancos, BBVA y
Santander, entre otros. Sus adquisiciones en el exterior han convertido a estas
empresas, y a algunas otras, en actores importantes de la escena corporativa internacional.
Nueve empresas españolas figuran en el ranking Fortune Global 500 de las mayores empresas del mundo elaborado en
base a los ingresos de 2006.
Además de los propios factores de empuje (push
factors) de las empresas, también se dieron diversos factores de atracción
(pull factors). Dos de ellos son de carácter meramente económico: la liberalización y la privatización
abrieron sectores de la economía de América Latina que hasta ese momento habían
estado fuera del alcance y se necesitaba capital para desarrollar las
infraestructuras de la región, por lo general pobres.
Otro factor que ha contribuido a la expansión,
y que no debería pasarse por alto, es el hecho de que las empresas españolas
sean capaces de deducir de los impuestos el 30% de los costes del fondo de
comercio de cualquier compra de una empresa extranjera. El fondo de
comercio es la diferencia entre el valor contable de los activos de una empresa
y el precio real pagado por ella. Esto permite a las empresas españolas ofrecer
más que otras empresas en una medida que no sería posible de otro modo.
La mayor parte de la IED en América Latina ha
tenido lugar en empresas de servicio público, de telecomunicaciones, de
servicios financieros y de infraestructuras, sectores protegidos como lo estuvieron en su día en España y que
empezaron a liberalizarse y privatizarse.
A principios de 2002, las empresas españolas
se habían situado entre los principales operadores del sector de las
telecomunicaciones, la electricidad, el agua y los servicios financieros en
toda América Latina. Telefónica es la tercera mayor empresa transnacional no
financiera de América Latina, tras las estadounidenses Wal-Mart y General
Motors, con ventas consolidadas por valor de 19.965 millones de dólares en 2005
(último año para el que se dispone de datos). Endesa es la 7ª, con 10.251
millones de dólares, e Iberdrola la 23ª, con 4.007 millones.
El alejamiento de América Latina a partir de
principios de la década de 2000 (tras la crisis financiera argentina que afectó
a los bancos y empresas que operaban allí pero que apenas afectó a la economía
general española)
Para volver la atención a Europa, en
particular al Reino Unido, a EEUU y, en menor medida, a Asia, estuvo marcado
por diversas inversiones emblemáticas: la adquisición por el Santander del
banco británico Abbey en 2004, por 12.500 millones de euros, la adquisición por
el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de dos pequeños bancos en California
y Texas y la adquisición por Telefónica de una participación en China Netcom en
2005 y la compra del operador de telefonía móvil O2 en Reino Unido, Alemania e
Irlanda en 2006, por 26.000 millones de euros, la mayor adquisición española de
una empresa extranjera de la historia. A pesar de ese alejamiento, América
Latina sigue siendo una de las regiones que más contribuye a los resultados
finales de un considerable número de empresas y bancos.
Aproximadamente el 40% de las inversiones se efectuaron en países emergentes, casi
todos pertenecientes a América Latina, según un análisis realizado por primera
vez por el Banco de España.
Si hace cuatro
años eran 18 las firmas del IBEX que utilizaban este tipo de tácticas, el
último informe anual del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa
revela que ya lo hacen 30 de las 35 que componen el índice.
Estas prácticas
de elusión fiscal no violan ninguna norma española o
internacional, pero el director del estudio, Carlos Cordero, destaca que se
producen en un contexto en el que los
ciudadanos sufren recortes en salarios y en prestaciones sociales para reducir
el déficit público, al tiempo que se les exige que aporten más a las arcas
públicas.
En el año 2010, los ciudadanos españoles entregaron a Hacienda el
11,5% de sus ingresos, mientras que las empresas del IBEX-35 aportaron el 9,9% de
sus beneficios.El estudio señala además que ninguna de las firmas ofrece datos desglosados de los impuestos que pagan en cada uno de los países en los que están presentes.
El alto ritmo de
convenios firmados por España se enmarca en la persecución de los delitos
fiscales, pero las empresas pueden
evitar pagar sus impuestos en los países donde generan el beneficio sin por
ello incumplir ningún precepto legal.(paraísos fiscales no constatados)
El listado del
ORSC incluye un total de 75 territorios y ha sido elaborado utilizando fuentes
especializadas como las listas publicadas por la OCDE y la organización
especializada Tax Justice Network, además del informe Hamon del Parlamento
Europeo.
A modo de
ejemplo, esas tres listas incluyen a Belice entre los paraísos fiscales, pero
el país no aparece en el Real Decreto español.
Es por ello que
en su reciente declaración judicial, el que fuera secretario del Instituto
Nóos, Miguel Tejeiro, señaló que no cometió ningún delito al crear una sociedad
en ese pequeño Estado centroamericano cuando ejercía como contable de entidades
gestionadas por Iñaki Urdangarín, el yerno del Rey de España.
El informe del
ORSC pone de manifiesto operaciones corrientes en el panorama empresarial
español, como compraventas de fuel domiciliadas en Delaware o producciones de
hidrocarburos de Ecuador domiciliadas en las Islas Caimán.
Las tiendas online, otra vía de evasión
El Observatorio alerta también del “agujero” que están creando las tiendas por Internet en lo que respecta a recaudación de impuestos debido a que las sociedades que se encargan de facturar las ventas “online” están ubicadas en territorios considerados paraísos fiscales.Esto provoca un impacto negativo en el volumen de dinero recaudado tanto a través del impuesto de sociedades como del IVA.
Desde el ORSC señalan que la elusión “legal” de impuestos seguirá aumentado mientras los gobernantes no pongan límites y las empresas sigan viendo con buenos ojos “las estrategias agresivas de optimización fiscal”.
La mayoría de grandes empresas que cotizan en bolsa y pertenecen al Ibex35...
·
Al
menos siete de esas empresas eran públicas hace unos años.
·
Al
menos seis son bancos a los que “ayudamos” mientras están dejando gente en la
calle.
·
Más de
diez operan en mercados que no son libres, por la gracia de unas licencias que
a ellos les concede el Estado y a otros no. Sucede al menos con las eléctricas,
con Repsol, con Tele5 y con las adjudicatarias de autopistas.
·
Y casi
todas tienen un importante volumen de negocio (y por tanto de beneficios que
evaden) en la contratación con el Estado.
·
Por
otro lado cada vez que compren en
Amazon, viajen en Ryanair o se compren cualquier producto informático de Apple
o Microsoft están contribuyendo a esto mismo de forma indirecta.
·
Este
país vive de los que tenemos nómina, pues autónomos y pequeñas empresas, si
pueden, para malvivir han de hacer algo de trabajo en “B” .Pero lo indignante y
vergonzoso es que el gobierno cambie leyes para protegerse ellos en la
corrupción, a los banqueros y a las empresas que se llevan la producción a países
donde la mano de obra es esclavitud. Y que dicen que hemos llegado aquí por el bienestar
alcanzado, y que no podemos sostener.
Si cuando todo iba bien se han llevado empresas y dinero fuera. Ahora que esta ley ayuda a que se despida. Cuando se toque suelo en el despido. ¿Cual es el plan “B”? ¿Quien va a sostener el país, de donde sacarán el sueldo los políticos?.¿Iremos a la esclavitud?. ¿De qué se nos culpará?.
Si cuando todo iba bien se han llevado empresas y dinero fuera. Ahora que esta ley ayuda a que se despida. Cuando se toque suelo en el despido. ¿Cual es el plan “B”? ¿Quien va a sostener el país, de donde sacarán el sueldo los políticos?.¿Iremos a la esclavitud?. ¿De qué se nos culpará?.
·
No es
una crisis, es una estafa.
Conclusión
Al expandirse fuera de España, los más de 30 bancos y
empresas mencionados en el presente documento (y existen más) han aumentado su
tamaño y su fuerza y de ese modo son capaces de defender mejor de posibles
predadores sus intereses en el mercado nacional e impulsar y diversificar
considerablemente sus fuentes de ingresos.
Sin embargo, cabe plantear la pregunta de si algunos
de ellos han vinculado desproporcionadamente su bienestar futuro a América
Latina. Hasta ahora han demostrado una notable capacidad de resistencia a las
crisis periódicas que azotan la región: el tequilazo en México en 1994, cuando acababan de empezar las
inversiones en la región, y el tangazo
en Argentina en 2002, en el punto álgido de la primera fase de
inversiones. Apenas se ha retirado de la región ninguna empresa española, a
diferencia de lo sucedido con empresas de otros países; parece que están
decididas a resistir a largo plazo, pase lo que pase.
América Latina, que en general ha disfrutado de
estabilidad macroeconómica en los últimos diez años, sobre todo algunos de sus
países, representa actualmente un porcentaje significativo de los beneficios.
Los siete principales inversores en América Latina (Santander, BBVA,
Telefónica, Repsol YPF, Iberdrola, Endesa, Unión Fenosa y Gas Natural)
representaron cerca del 70% del índice Ibex-35 del mercado español de valores a
mediados de 2007, lo cual supone un grado de concentración superior al de otros
índices europeos, como el DAX alemán, el CAC francés o el FTSE 100 británico.
Una crisis verdaderamente grande en América Latina haría caer en picado sus
acciones, y por ende el mercado bursátil en su conjunto, y afectaría, en
distinta medida, a los resultados finales de las empresas y los bancos más
expuestos a ella.
La cuestión es si actualmente los riesgos en América
Latina son mayores que en el pasado. La respuesta a esa pregunta parecería ser
no, especialmente en los dos países de gran tamaño, México y Brasil pero sobre
todo en Chile, mucho menor, la economía estrella de la región. Esos tres países
(y Argentina) representan la mayor parte de las inversiones en América Latina.
Venezuela y Bolivia, dos países sometidos a gobiernos populistas de izquierdas,
sí resultan, sin embargo, países problemáticos, y el futuro de Argentina
resulta igualmente impredecible. Dos de las grandes petroleras estadounidenses,
ConocoPhillips y ExxonMobil, abandonaron Venezuela en 2007 tras negarse a
aceptar las nuevas condiciones impuestas a los productores de petróleo pesado.
Según esas condiciones, serían exclusivamente socios comanditarios de PdVSA, la
empresa de petróleo estatal, y se esperaría que emitieran cheques para nuevas
inversiones sobre las cuales no tendrían pleno control. La importancia relativa
de los intereses de Repsol YPF en el petróleo pesado de Venezuela no son
demasiado significativos, pero no hay garantía de que no vayan a adoptarse
medidas similares contra él en otros ámbitos del sector petrolero del país.
La diversificación de las inversiones mediante un
alejamiento de América Latina para dirigirse a Europa, especialmente al Reino
Unido, a EEUU y, en menor medida, a Asia es una medida saludable, ya que ha
reducido la exposición a América Latina, el área más vulnerable, y está
generando una corriente constante de ingresos. En general, la incursión de
España en el extranjero ha sido extremadamente positiva, aunque no ausente de
problemas, y no sería de extrañar que surgieran más en el futuro.
El modo de operar es similar en la mayoría de los
casos, introducir el capital en una
economía favorable como países
emergentes, dispuestos a otorgar ventajas para aumentar su competencia en
el mercado frente a otros países, pero con el tiempo este método de explotación de recursos locales, desviación de ingresos al extranjero y abandono tras su obtención de beneficios
deja un panorama de desigualdad, pobreza y malestar social a veces irreparable a corto
plazo.
La desigualdad social crece en España y otros países
de occidente a un ritmo abismal, ya que
décadas anteriores, esta diferencia era mucho menor y sólo unos pocos
privilegiados gozaban de grandes riquezas mientras entre la clase media-alta no
existía tanta desigualdad como en la actualidad.
También un estudio realizado demuestra que esta nueva
casta de ricos no sólo cobran más sino que pagan menos impuestos.
Los datos son alarmantes y no por la cifra de paro que
supera el 24%(valor que fluctúa según la estación del año debido al incremento
turístico), también la precariedad laboral de la población activa que roza el
34%, debido a la mala situación y condiciones en las que desempeñan su trabajo
y más de un 25% de la población roza el umbral de pobreza y exclusión social.
Aumenta la brecha entre ricos y pobres de tal forma
que en España ha significado que el 1% de los grandes millonarios haya pasado
de controlar un 5% de la riqueza nacional en 1980 a controlar más del 7% hasta
2010, concluye. Esa desigualdad crece en todo el planeta.
Bibliografía
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inversiones directas de las empresas españolas en América Latina tras el boom
de los años noventa y la incertidumbre de los primeros años 2000?, Real
Instituto Elcano, Madrid, http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/Elcano_es/Zonas_es/DT+35-2007.
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Santander (2006), 2007 Strategy: The Changing Face of Spain, SCH,
Madrid.
UNCTAD (2006), World
Investment Report, Naciones Unidas, Nueva York.
Universidad Antonio de Nebrija (2006), La internacionalización de la
empresa española: aprendizaje y experiencia, Universidad Antonio de
Nebrija, Cátedra Nebrija-Grupo Santander, Madrid.
http://www.fuhem.es/ecosocial
http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas
El siguiente artículo muestra la desigualdad de oportunidades que se da cada vez más entre pequeños y medianos comercios (tiendas de ropa, de juguetes, de calzado, de ventas de segunda-mano... carnicerías o pescaderías... bares y restaurantes... etc)
y grandes multinacionales, la desigualdad de oportunidades y el trato
distintivo que aún la población no es capaz de asimilar pero que traerá
la destrucción de muchos oficios, empleos y precariedad laboral. Un
ejemplo que podemos observar en nuestras ciudades, barrios y calles.
PEQUEÑO COMERCIO - GRANDES SUPERFICIES
Introducción
La Ciudad y el comercio tradicional
Se puede decir
sin temor a equivocarnos que el intercambio de bienes y servicios junto con la
defensa común han sido los motivos fundamentales del origen de nuestras
ciudades. Las ciudades han sido históricamente mercados en el más puro sentido
de la palabra.
Sin embargo,
determinadas políticas han propiciado la progresiva desocupación del centro de
la ciudad como área residencial contribuyendo a la degradación de los centros
comerciales urbanos tradicionales.
Hemos vaciado nuestros centros de ciudad, sin por ello frenar la
especulación ni facilitar el acceso al centro, degradando cada vez más su papel
urbano. Por el contrario hemos urbanizado extensivamente los suburbios con
zonas especializadas. Con ello, la estructura de ciudad como tal corre peligro y con ella su capacidad de relación social y de actividad comunitaria.
El comercio mantiene viva la ciudad, pero el comercio para sobrevivir necesita población a la que servir. Un centro de ciudad necesita población residente interna suficiente para permitir la supervivencia de una parte importante de la oferta cotidiana.
La despoblación y la proliferación de las grandes superficies hace vislumbrar un escenario comercial de rápida transformación que amenaza la supervivencia del 50% de los establecimientos comerciales del país. El pequeño comercio español ha perdido ya un 45% de su cuota de mercado.
Lo que está claro es que el modelo de ciudad lo debemos decidir los ciudadanos a través de nuestros representantes políticos y nunca debe dejarse al libre albedrío ni a los intereses y voracidad los grandes especuladores. El libre comercio también debe tener unos límites, aquellos que imponen la protección de las ciudades, a sus cascos históricos, a sus barrios a sus comercios y a los consumidores.
Hay que optar por la inversión en la rehabilitación, la accesibilidad y la sostenibilidad.
Grandes superficies y pequeño comercio:
¿Son compatibles? ¿Hay espacio para todos?Creemos que ambos modelos pueden convivir en sana competencia. Lo verdaderamente preocupante en la relación pequeño comercio-grandes superficies es que uno crezca tanto que acabe por eliminar al otro, algo que puede ocurrir si no se toman las medidas oportunas
Que diferencias podríamos resaltar:
Grandes superficies
-Ofrecen una amplia gama de productos
-Mejores precios (se aprovechan del menor coste de compra)
-Facilidades de horario (no cierran al medio día y abren los domingos)
-Creación de empleo precario y de baja calidad y en menor medida del que se destruye. Cuando las grandes superficies hablan de creación de empleo se olvidan de dos aspectos importantes: el número de empleos que destruyen y la exigua calidad de los que crean.
-Las grandes superficies están cambiando las costumbres sociales de nuestros ciudadanos de forma negativa
- Su principal preocupación es el beneficio que luego reinvierten en ¿? Desde luego no la región donde obtienen sus ingresos.
-Quienes acuden a ellas, gastan por lo general más de lo que necesitan, gracias a sus especialistas en marketing que ayudan a la creación de “necesidades”.
Pequeño comercio
-Proporciona calidad de vida por su proximidad
-Tiene las ventajas del trato personalizado
-Confianza, asesoramiento y calidad
-Mejora permanente de nuestros servicios (formación permanente)
-Las grandes multinacionales suelen mejor paradas por la administración con leyes que ahogan al pequeño comercio.
-A la hora de fomentar las actividades de la zona (fiestas, luces de Navidad, Cabalgata Reyes, rebajas…) son los primeros en dar soporte y colaborar.
El pequeño comercio genera empleos que gozan de estabilidad con remuneraciones dignas y, a jornada completa. Es además una de las armas más útiles para evitar la degradación urbana.
Los problemas de congestión disuaden al ciudadano de acudir el centro en beneficio de otros equipamientos periféricos más lejanos pero más fluidos y cómodos para el usuario.
La presión fiscal es excesiva para un comercio ya penalizado por la especulación sobre el valor inmobiliario, que pone en peligro el carácter comercial de la zona como ha ocurrido ya en algunas ciudades donde solamente las entidades bancarias y otros negocios de gran rentabilidad han podido soportar los costes inmobiliarios exigidos por el mercado.
Las comisiones bancarias también estrangulan al pequeño.
El pequeño comercio es necesario para la ciudad y las administraciones tienen la obligación de apoyarlo porque sobre él se sustentan muchas economías familiares y porque es una actividad económica que ha generado muchos puestos de trabajo durante mucho tiempo.
Liberalización de horarios:
La liberalización de los horarios comerciales es otro de los factores que pueden influir negativamente sobre la competitividad de los pequeños establecimientos.En la mayoría de comunidades el máximo permitido de apertura es de 72 horas durante la semana y ocho festivos al año. Mientras que las grandes superficies abren todos los domingos y festivos, solo un 9,9 % de los pequeños comercios lo hace: despachos de pan, comercios de pastelería, bollería prensa o coleccionismo.
Los pequeños comerciantes queremos el domingo para descansar o hacer otras cosas. Apostamos por la flexibilidad y por ampliar nuestros horarios, adaptándolo para que no “expulsen” a los clientes. Pero siempre que sea de Lunes a Sábado. Es ilógico que la liberalización se plantee en el comercio y no en otros sectores como la banca. Tiene que haber una moratoria que permita al pequeño comercio su adaptación a una ampliación e horario
La libertad de horarios comerciales solo puede producir una mayor sobreexplotación de las superficies de mayor tamaño, una pérdida de calidad de vida del pequeño comerciante o autónomo, y puede hacer peligrar buena parte del empleo en el sector. No olvidemos que los pequeños y medianos empresarios y autónomos del sector de la distribución comercial minorista y sus trabajadores suponen en nuestro país más del 80% del empleo del sector.
No se puede aludir al perjuicio que sobre los consumidores podría tener la desregulación horaria porque las encuestas demostraban ya en 1999 que solo el 1,4% de los ciudadanos mostraban malestar por el cierre de los comercios en domingos y festivos, y el 70% declaraba no haber comprado nunca en festivo
Noticias relacionadas:
Bruselas abre expediente a España por ayudas fiscales a sus multinacionales
La Comisión
Europea abrirá un expediente contra España por permitir la aplicación de
deducciones fiscales multimillonarias a la internacionalización de empresas
españolas, expresamente prohibidas por Bruselas desde hace años.
Se trata de una
operación prácticamente diseñada para que Telefónica, a raíz de la compra de la
brasileña Vivo, pueda deducirse unos 4.000 millones de euros en varios años.
Hay también
otros grupos que podrían beneficiarse de ese cambio introducido por el equipo
del ministro Cristóbal Montoro contra el criterio de Competencia en España.
(Fuente: ELPAÍS)
BBVA, Santander
e Iberdrola, según fuentes empresariales, podrían estar en la misma tesitura
por varias adquisiciones.
Los ingresos
procedentes de esa figura tributaria han sufrido un desplome desde el arranque de la crisis. Los
tipos efectivos que pagan las empresas del Ibex, por ejemplo, están por debajo
del 10%; en algunos casos, las grandes compañías apenas pagan en torno al 4%.
Pequeños comerciantes de la oriental ciudad india de Kolkata cierran sus comercios en señal de protesta contra la llegada de grandes cadenas multinacionales
Miles de tenderos del mercado Stuart Hogg, en la oriental ciudad india de Kolkata, no hablan más que de una cosa: qué harán cuando las compañías transnacionales invadan su histórico centro comercial.El gobierno de Singh sostiene que su decisión, que afecta al sector del comercio minorista, a la aviación y a la radiodifusión, apunta a reactivar el crecimiento y la confianza de la hoy tercera economía de Asia.
Pero los pequeños comerciantes sostienen que allanará el camino para que multinacionales como la estadounidense Walmart, la británica Tesco y la francesa Carrefour exploten el enorme mercado de consumo de India, estimado en unos 500.000 millones de dólares que pasaran a ingresar en las arcas de estas multinacionales en lugar de repartir estos inmensos beneficios entre la población.
Por su parte algunas de estas multinacionales prometen crear empleo a más de 1000 comerciantes, pero esta medida es inútil ya que más de 30.000 puestos de trabajo serán destruidos.
Al principio, la situación mejorará para algunos demandantes de empleo y consumidores, "Pero eso formará parte de una estrategia de las compañías para establecerse en el mercado"
"Una vez que estén instaladas, comenzarán a hacer lo desagradable", apuntó, y mencionó los ejemplos de Malasia y Tailandia, donde los pequeños comerciantes y agricultores sufrieron el impacto de la llegada de las multinacionales del sector minorista, al principios estas multinacionales rebajaron sus beneficios de forma intencionada hasta tener el control del comercio de la ciudad, poco después la precariedad, las nuevas medidas de empleo empobrecieron notablemente a sus comerciantes esclavos del nuevo sistema.
Las multinacionales españolas no devolverán ayudas fiscales
Las empresas
españolas, especialmente las grandes multinacionales, no tendrán que devolver
los beneficios fiscales generados por las compras de otras compañías
extranjeras, aunque la Comisión Europea llegue a declarar ilegal la normativa
que regula tales deducciones.
De esta
deducción se ha beneficiado el grueso de las operaciones internacionales
realizadas por empresas como Altadis, Abertis, Telefónica, Sacyr, Santander,
Ferrovial, Acciona, Cintra o Iberdrola y también por muchas pymes. Las
operaciones más llamativas que se han aplicado este beneficio fiscal han sido
la compra de la británica O2 por parte de Telefónica y la de la eléctrica
Scottish Power por parte de Iberdrola. Fue precisamente tras estas compras
cuando se produjeron las denuncias de otros países europeos que han dado lugar
al expediente de la Comisión.
Bruselas
declarará que el incentivo fiscal es una ayuda de estado incompatible con la
normativa comunitaria, pero no obligará a devolver las ayudas debido a las
presiones acometidas por los lobbys presentes en el congreso que amenazan con
retirar parte de sus beneficios declarados en nuestro país.
Las 'trampas' de las grandes empresas para tributar menos que un 'mileurista'
- Reclaman una reforma profunda del impuesto de Sociedades
- Se deducen la inversión en el extranjero y no tributan ingresos foráneos
- Difieren el impuesto gracias a la libertad de amortización
- El Estado 'está subvencionando y financiando los EREs'
·
La Organización Profesional de Inspectores de
Hacienda (IHE) advierte de que el tributo que necesita una reforma "más en
profundidad" de todos es el impuesto de Sociedades, pues de sus agujeros
se están beneficiando numerosas grandes empresas que pagan "una tasa
efectiva sobre beneficios inferior a la de un mileurista en el Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas (IRPF)".
·
El reto de reducir el déficit público es cada vez
más difícil por la caída de la recaudación. En concreto, el impuesto de Sociedades
acumula una reducción de más del 60% en el último año, "inexplicable sólo
por la caída de beneficios empresariales".
·
"Se debe abordar urgentemente la tarea de tapar
los agujeros fiscales más obvios del tributo", advierten los inspectores
de Hacienda en un comunicado donde desglosan los 'trucos' más comunes para
tributar menos.
El segundo gran
beneficio fiscal es la libertad de amortización sin obligación de mantener
plantilla, algo que perjudica a las pymes frente a las grandes empresas.
"La
supresión del mínimo requisito de mantenimiento de plantilla ha hecho que, de
hecho, el Estado esté 'subvencionando y financiando' los EREs de las grandes
empresas".
"Antes de
pensar en recortes impopulares e injustos o en subidas de impuestos para todos
los ciudadanos, debe abordarse urgentemente la tarea de tapar los agujeros más
importantes de nuestro sistema fiscal", concluyen la organización de
Inspectores de Hacienda.
(Fuente: Informe
de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda en España)
La Comisión Europea ha exigido a España que paralice de inmediato el sistema de deducciones fiscales del que se benefician las grandes empresas españolas por comprar compañías de fuera de la UE.
Bruselas ha lanzado una investigación en profundidad sobre este régimen ante las sospechas de vulnera las normas sobre ayudas públicas al otorgar una ventaja injustificada a las sociedades españolas.
Sin embargo, en marzo de 2012, el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy adoptó una nueva interpretación administrativa vinculante, que permite de forma retroactiva deducciones fiscales no sólo para las adquisiciones directas sino también para las adquisiciones indirectas.
En caso de que el Ejecutivo comunitario concluya que el nuevo sistema es ilegal, las empresas que se hayan beneficiado de esta interpretación deberán reembolsar los beneficios fiscales. Por ello, Bruselas ha pedido que paralice su aplicación hasta que haya una decisión definitiva.
La Comisión ya pidió a España que recupere las ayudas fiscales concedidas a partir del 21 de diciembre de 2007 hasta 2012 con este régimen, que supera los 50.000 millones de euros repartidos en su totalidad a grandes multinacionales.
El informe que la OCDE ha presentado hoy (viernes 19 de julio) en el G20 interministerial de Moscú, Action Plan on Base Erosion and Profit Shifting (BEPS), incluye una serie de medidas destinadas a combatir la erosión de la base tributaria en estados naciones provocada por la ingeniería fiscal de las corporaciones multinacionales y el desplazamiento de beneficios a filiales situadas en paraísos fiscales. Pero, según los expertos en contabilidad de Tax Justice Network en Londres, se debería adoptar un sistema unitario para que las multinacionales paguen sus impuestos en los países en los cuales , de verdad, realizan sus actividades económicas (ventas, beneficios etc.) y no en regímenes offshore y paraísos fiscales. Como se ve en el gráfico, un sistema tributario basada en la actividad económica real supondría enormes ventajas para países en apuros como Grecia (su base tributaria subiría el 150%, según un estudio preliminar) mientras que aniquilaría a países como Luxemburgo, Holanda, Irlanda suiza que atraen a multinacionales con regímenes especiales que , según ya hasta la OCDE reconoce, constituye una nociva competencia desleal.
(Fuente: La vanguardia)
Las multinacionales españolas emiten deuda en el exterior para evitar la 'Marca España'
Las grandes multinacionales españolas con filiales
en el exterior han decidido comenzar a aprovechar otros escenarios más
favorables para emitir deuda a un coste más reducido.
Es decir, a intentar deshacerse del lastre que, hoy por hoy, supone la
'Marca España' en los mercados de bonos.Los bonos a emitir comprenderán un plazo que va desde los cinco años hasta los siete años. Se espera que la recaudación mínima sea de unos 500 millones de euros. La calificación de la filial por parte de la agencia de rating Fitch es de BBB.
Mientras que el bono español a diez años tiene que ofrecer una rentabilidad a los inversores del 4,92%, el bund alemán con ese mismo vencimiento –que es el principal referente para medir la confianza del mercado- se limita a ofrecer un interés del 1,25%.
(Fuente : Informe del FMI)
Sólo un 42% de las pymes logra beneficios frente al 83% de las grandes empresas
En el primer cuatrimestre de 2014 las pequeñas compañías han creado 169.000 empleos frente a los 10.000 destruidos por las multinacionales
2013 fue otro año negro para las empresas españolas, especialmente para las pymes, el número de empresas con pérdidas aumentó hasta un 48% frente al 45% del año anterior, según recoge el informe 'Diagnóstico Financiero de la Empresa' presentado y realizado por Eada y Cepyme.El 83% de las grandes empresas obtuvieron ganancias frente al 42% de las pequeñas o el 63% de las medianas.
Pero otros datos muestran irregularidades en el proceso ya que más del 80% de la deuda en los bancos y cajas de España provienen de multinacionales que curiosamente incrementan sus ingresos pero también su deuda que luego pagamos los ciudadanos.
El estudio muestra que una medida casi imprescindible para aumentar las ventas es la exportación. Sin embargo, solo un 28% de las empresas españolas en 2013 participaron en el sector exterior. «Hay una relación directa entre incremento de ventas y facturación con las exportaciones», señaló el profesor del Departamento de Finanzas de Eada, Rafael Sambola.
El sector exterior está en muy pocas manos. A pesar de que en 2013 el número de empresas que exportadoras alcanzó las 150.992 solo las 1.000 primeras empresas acapararon el 68,3% de las exportaciones siendo el 70% de estas multinacionales o filiales de las mismas que optimizan sus exportaciones gracias a privilegios fiscales.
Conclusión y aportaciones:
Las grandes
multinacionales consiguen sus grandes ingresos a costa del aumento de la
pobreza y desigualdad de oportunidades entre sus competidores, consumidores e
incluso sus trabajadores que a veces son explotados en condiciones de trabajo
lamentables, en algunos casos de esclavitud y trabajo infantil en países
subdesarrollados.
Estas ventajas
fiscales, administrativas, tributarias están ligadas a políticas que favorecen
o permiten estas acciones actuando a su necesidad de incrementar los beneficios
sin importar las consecuencias, tanto sociales, administrativas,
medioambientales… etc.
El cumplimiento de los deberes y obligaciones contraídos en virtud del
derecho internacional, así como un desarrollo económico basado en el respeto de
los derechos humanos sería la forma correcta de actuar.
Un compromiso internacional que asegure para todo el mundo los recursos básicos y las demás condiciones que garantizan la dignidad humana y que se engloban en la Declaración Universal de Derechos Humanos, deberían considerarse como los primeros pasos hacia el establecimiento de unas condiciones socioeconómicas mínimas para la economía global.
Una vía de desarrollo sostenible que ofrezca oportunidades para todos, proporcione empleo y medios de vida sostenibles, promueva la igualdad de género y reduzca las diferencias entre los países y entre la gente. Asimismo, es preciso que exista una mayor coherencia entre las políticas económicas, sociales y medioambientales.
Una gobernanza más democrática de la globalización, que propicie una mayor escucha y participación, y que garantice la rendición de cuentas sin dejar de respetar la autoridad de las instituciones de la democracia representativa y el Estado de derecho.
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